FACTORES de RIESGO de SALUD MENTAL

Alimentación

La Psiquiatría Nutricional ha descubierto que existe una creciente evidencia de un vínculo entre una dieta pobre y el empeoramiento de los trastornos del estado de ánimo, incluida la ansiedad y la depresión. Sin embargo,muchas pruebas comunes sobre los efectos de ciertos alimentos sobre la salud no están respaldadas por evidencia sólida. La dieta influye significativamente en la salud mental y el bienestar, sin embargo advierte que la evidencia de muchas dietas es relativamente débil.

Los investigadores han comprobado que hay algunas áreas donde este vínculo entre la dieta y la salud mental está firmemente establecido, como la capacidad de una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos -una dieta cetogénica- para ayudar a los niños con enfermedades como la epilepsia o para compensar el efecto de la deficiencia de vitamina B12 en los trastornos de fatiga, mala memoria o depresión. También encontraron una fuerte evidencia de los beneficios que una dieta mediterránea, rica en verduras y aceite de oliva pueden tener sobre la salud mental, como brindar cierta protección contra la depresión y la ansiedad.

Sin embargo los investigadores advierten que para muchos alimentos o suplementos, la evidencia no es concluyente, como por ejemplo con el uso de suplementos de vitamina D, o con alimentos que se cree que están asociados con el TDAH o el autismo. 

Ejercicio Físico

La Ciencia conoce desde hace ya mucho tiempo los múltiples beneficios del ejercicio en la salud física y mental de los individuos:

  1. Libera las hormonas de la felicidad. Las famosas endorfinas se liberan en nuestro cuerpo antes y después del ejercicio. Reduce la tristeza y ayuda a relajarse posteriormente.
  1. Mejora la sociabilidad. Ya sea en deportes de equipo o en clases de gimnasio hacer deporte con otras personas aumenta la interacción social, pudiendo conocer nuevas personas en el proceso con los mismo intereses. Incluso se podría ampliar el círculo de amistades, con lo que cambiaríamos de hábitos o de situaciones, lo que puede llegar a ser muy positivo.
  1. Alivia la ansiedad y reduce el estrés. Las consecuencias del deporte en la química del cerebro actúan durante y después de la actividad. Diversos estudios de muestran que el ejercicio físico alivia la ansiedad y reduce el estrés. Ya sea por desconectar del trabajo, por tener “ese momento para tí” o por el aumento de síntesis de noradrenalina, la hormona que regula nuestra respuesta al estrés.
  1. Aumenta la autoestima. Con la constancia en el ejercicio físico se consigue, entre otras cosas, que nos veamos “mejor”, con un cuerpo más definido. Así, mejoramos nuestra autoimagen y nuestra confianza en nosotros mismos, mejorando por tanto nuestro autoestima.
  1. Mejora nuestro comportamiento. Tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás. El trabajo en equipo, el compromiso y el compañerismo son valores que se potencian con el deporte y que hacen que encaremos las derrotas bajo otro prisma.
  1. Mejora la memoria y ralentiza el deterioro cognitivo. El deporte estimula el hipocampo en nuestro cerebro (cuyo trabajos principales son la memoria y el aprendizaje). Además, previene su degeneración, con lo que ayuda a mantener a raya ciertos tipos de demencia. Debido a su importancia en la 3ª edad, recomendamos ejercicios constantes como pasear, nadar o pedalear; que son los que han demostrado mayor beneficio al funcionamiento de la memoria y a prevenir la degeneración de las neuronas del hipocampo.
  1. Combate los trastornos del sueño: insomnio y somnolencia. Con el sueño reparamos nuestro cuerpo y nuestra mente. Lamentablemente vivimos una época con exceso de insomnio. Es una patología cada vez más extendida (sobre todo en jóvenes, por las pantallas antes de dormir, sedentarismo, etc) y que preocupa mucho a la población en general. El deporte ayuda a descargar tensión, relaja el cuerpo y la mente y en definitiva hace que cuando vayamos a la cama conciliemos mejor el sueño. Eso sí, es importante recalcar que sea practicado por la tarde y no justamente antes de intentar conciliar el sueño ( tarde/media tarde).
  1. Aumenta de la capacidad cerebral y de concentración. Ejercitar el cuerpo es ejercitar el cerebro. El entrenamiento intensivo aumenta los niveles de una proteína que aumenta nuestra capacidad para la toma de decisiones, el aprendizaje y la concentración. Algunos deportes lo hacen de manera mucho más aguda (ajedrez, gimnasia, tenis, pádel) pero en general todos requieren un cierto grado de concentración.